Todos, más de alguna vez hemos cantado o tarareado canciones de cuna para relajar o tranquilizar a los bebés. Cuando tu hijo escucha que su madre o padre le canta, le trasmites calidez, bienestar y amor mediante tu tierna voz.
Desde siempre las melodías de cuna forman los primeros recuerdos de los niños y cuando crecemos, las llevamos interiorizadas en nuestros corazones. A pesar de conocer su efecto tranquilizador, muchos padres desconocen la influencia que ejerce en sus hijos la música.
Los cánticos tienen el poder de conectar a las personas. Si un niño mantiene relación con la música, aprende a convivir mejor con otros niños, estableciendo una comunicación armoniosa. La música les aporta estabilidad, estimula su coordinación motora, confianza y seguridad emocional.
No cabe duda que las canciones divertidas y mágicas melodías suaves, conducen a tu hijo a vivir una de las experiencias más amenas, felices y enriquecedoras a la hora de dormir. No tiene nada de malo en hacer de éstas un ritual o un hábito, a medida que vaya creciendo tu pequeño estas melodías serán sustituidas por otro repertorio musical.
La música tranquilizadora tiene el poder de estimular, motivar y cautivar a tu pequeñito dando vida a la imaginación mientras sueña. Desde pequeño canta con él, comparte canciones de cuna y mucha música con tu hijo, al paso del tiempo verás los resultados.
Cualquier duda consulta a tu médico.