Desde el nacimiento, los controles periódicos con el médico son la base para que tus hijos tengan un buen desarrollo, se detecten anormalidades a tiempo y se reduzcan los eventuales riesgos a los que podrían estar expuestos.
Por esto es recomendable que los padres primerizos elijan el pediatra y conversen con él antes que el bebé nazca.
La primera consulta se realizará entre los 2 y 3 días después que el bebé llegue a la casa y en adelante el control debe ser una vez al mes para los bebés menores de 6 meses; luego desde los 7 meses hasta el primer año de vida, cada dos meses; desde 1 a 3 años, cada tres meses y desde los 3 años hasta los 21, la consulta debe ser una vez al año.
El control médico
El control del niño sano o supervisión de salud incluye todas las actividades destinadas a la prevención, detección y tratamiento oportuno de enfermedades, además del acompañamiento y educación al niño y su familia, con el fin de lograr un adecuado desarrollo y crecimiento.
Idealmente debe existir una consulta prenatal, que explique los objetivos de los controles de salud, su periodicidad y la importancia de la lactancia materna. Posteriormente, los controles se fijarán de acuerdo con la edad del niño y los posibles problemas pesquisados.
Durante este control se supervisa cómo crece el menor. Además, se educa a la familia para que aplique hábitos sanos de higiene y alimentación.
Por ello algunas de las principales actividades que debieran ser realizadas durante el control son la medición del peso y talla del menor, la evaluación de su desarrollo psicomotor y la orientación a sus padres sobre distintos aspectos del crecimiento infantil, que pueden ir desde sus necesidades nutricionales y emocionales hasta en qué forma se previenen los accidentes caseros.
Pero, ¿qué incluyen específicamente estas sesiones con el doctor?
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Prevención de enfermedades
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Inmunizaciones: Tanto del Programa Nacional de Inmunizaciones como vacunas complementarias disponibles en distintos vacunatorios.
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Educación en salud y hábitos de vida saludable
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Detección y tratamiento oportuno de enfermedades
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Anamnesis o historia clínica
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Examen físico
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Screening
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Guía en aspectos psicosociales de la crianza del niño y guía anticipatoria (Cuidados del niño por edad, estimulación de su desarrollo, prevención de accidentes y qué hacer en caso necesario)
Presta atención a los sentidos: quizás tu pequeño tendrá que ir con un especialista
En la supervisión de salud pueden participar, además de los padres, enfermeras y médicos de familia o pediatras, distintos profesionales de la salud como odontólogos, fonoaudiólogos, psicólogos, psicopedagogos y otros especialistas médicos, educadores y tutores, sobre todo si se detecta algún problema específico en el menor.
- Olfato: es posible que debas visitar a un otorrinolaringólogo si tu bebé o niño presenta rinitis de manera recurrente. Ésta se caracteriza por una inflamación de toda la mucosidad que está al interior de la nariz, sea alérgica o no, y se caracteriza por la obstrucción nasal, picazón, goteo que pueden contribuir a desarrollar otras enfermedades como asma o sinusitis.
- Visión: muchos padres ignoran si su hijo tiene buena vista o no. Por eso, es recomendable que el niño visite al menos una vez al oculista antes de cumplir los 5 años, justo cuando está empezando su época escolar.
- Tacto: la dermatitis atópica, por ejemplo, es la clásica alergia que se manifiesta en la piel y se produce al tener contacto con algún objeto como el metal del botón del pantalón, aros, pulseras, o productos de higiene que tengan compuestos químicos fuertes para la piel del bebé.
- Oídos: si notas que el niño escucha música o la televisión a volúmenes muy altos, no responde tus llamados, tiene dolor constante de oídos, mucha picazón o presenta otitis de manera recurrente, es aconsejable que su pediatra lo derive a algún otorrino.
- Boca: debemos cuidar la boca de los más pequeños con una higiene adecuada y visitas periódicas al dentista. La primera visita debe ser al primer año de vida, para que el doctor revise sus dientes de leche, si todo está bien, en adelante los controles deben realizarse una o dos veces al año. Ya en la pubertad, entre los 12 y 14 años, es recomendable empezar un tratamiento de ortodoncia para corregir la mordida y postura de los dientes.
Cualquier duda por favor consulta con tu médico.