Luego del parto, las mamás y papás aprenderán a conocer poco a poco a su hijo. Y si bien todos los bebés son diferentes entre sí, los recién nacidos comparten muchas características, las cuales serán apropiadas conocer antes de su llegada a casa.
Cambio de carácter
En su estadía en la clínica u hospital, tu bebé estará tranquilo, por lo que es posible que te extrañe que al llegar a casa se vuelva un poco más irritable. No te angusties, es un proceso normal.
Si bien influye el aprender a “vivir” sin estar conectado a su madre, este cambio se debe principalmente a que sus requerimientos alimenticios han aumentado, pues durante los primeros días el líquido amniótico aún se encuentra dentro del tubo digestivo y vía respiratoria del menor. Una vez que éste se elimine o absorba, el bebé solicitará mayor cantidad de leche a su madre.
Sueño del bebé
Durante las primeras semanas de vida, tu bebé dormirá la mayor parte del tiempo, incluso hasta 10 horas durante el día. Esta rutina implica que puede que el bebé tenga un sueño más interrumpido durante la noche y despierte para alimentarse. Este proceso se irá regularizando pasados los tres meses.
Comunicación y llanto
Según los especialistas, un niño que tiene completas todas sus necesidades tales como alimentación, abrigo, limpieza y salud, no debería llorar más que para comunicarse con sus padres. Esta forma de expresarse a través del llanto permite al bebé “decir” si tienen hambre, frío, calor, incomodidad o si es que sienten dolor.
Estados de conciencia
Durante el día y la noche existirán pocos momentos de vigilia, en estos instantes, cuando se encuentre despierto y tranquilo, podrás realizar acciones que profundicen el apego madre e hijo a través de mecanismos sensoriales: tacto, visión, audición, gusto y olfato.
Mientras duerma será fundamental, para no perturbarlo, que quienes estén cerca del niño procuren un ambiente en calma. Los siguientes son los estados de sueño y vigilia que podría presentar tu bebé:
- Sueño profundo: Niño quieto, con respiraciones más profundas, escasa actividad motora.
- Sueño REM: se relaciona con el momento en que el bebé “sueña”, es común percibir algunos quejidos, muecas, movimientos o sonrisas, los que muchas veces son interpretados como trastornos del sueño.
- Adormecimiento: Abriendo los ojos, pestañeos frecuentes y escasa actividad motora. Respiración superficial y más rápida.
- Vigilia tranquila: Niño quieto, pero con ojos abiertos y activos.
- Vigilia activa: Niño activo, con muecas faciales y movimientos corporales. Llantos cortos e intermitentes.
Cualquier duda por favor consulta con tu médico.